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domingo, 17 de octubre de 2010

MITOS DE CHIMBOTE: ACUCCE PESKAC

La leyenda del primer pescador Chimbotano


Los antiguos indígenas cuentan que el primer navegante en Chimbote, el primer pescador para ser más específicos, se llamó Acucce Peskac. Este hombre apareció por los pedregales del sur. Le acompañaba Shumaq Qoillur, la hermosa hija más querida de un noble consanguíneo del Inca. Ella estaba destinada a ser Achirana, y Acucce Peskac se la había robado. Antes de él nadie se había atrevido a vivir en esta bahía. La gente temía mucho al mar, y estaba muy acostumbrada a una vida de cultivo.


Apenas Acucce Peskac conoció la bahía se sumergió en ella. Le gustaba el mar. Junto con su compañera se hicieron una choza de totoras y junco que habían recogido de acequias aledañas. Al principio la choza se veía verde debido al matiz de sus tallos frescos, pero con el tiempo quedó doradísima de sol.

Sumaq Qoillur había traído hilo, y con sus largos dedos elaboraba finas redes. Por su parte, Acucce Peskac, dedicaba todo el día a cargar sus redes. Las había atado a una piedra por un solo costado. Ingresaba al mar y salía dejando siempre una cesta de junco atada a cada malla, como señuelo para después buscar allí a las víctimas.

Luego de un tiempo intentó negociar alimentos con una tribu vecina. Ofreció cambiar pescado seco y ahumado por semillas, frutos y vegetales. El nuevo alimento gustó tanto a los agricultores que como Acucce Peskac no volvía fueron a su choza para retomar negocios.

La llegada de ese hombre intrigó mucho al principio, pero mientras más lo conocian, más lo iban estimando. A los agricultores les interesó su extraña forma de vivir, su cabellera larga, su porte que se diferenciaba por una altura más acentuada. Sus canciones tristes.

Una noche, un indígena de la tribu que adoraba a la víbora enarbolada en el cerro - este cerro se puede ver desde la misma playa – negó unirse a la hija del jefe de su tribu. Él estaba interesado en otra menos noble. El desacato implicaba el destierro, así que cargó con la amada, su madre y sus hermanos menores, y se dirigió a la bahía. Al llegar se instaló muy cerca de la choza de Acucce Peskaq. De este modo llegaron niños a la aldea. Como ellos, fueron llegando otros, sin que se sepa bien las razones de su decisión. Las chozas sobrepasaron las 10, y todas muy similares. Había nacido la aldea de Los Pescadores Rebeldes

Una madrugada Acucce se levantó más misterioso que nunca. Usando largos filamentos de totora seca empezó a trenzar y atar, retorcer y ajustar, hasta generar la forma de una cónica y alargada mole que terminaba en fina punta. Había dejado un espacio pequeño en el interior para sentarse. Montó sobre su obra, y con la ayuda de un palo liviano se internó en pleamar. Por detrás de la Isla Blanca llegó a un lugar donde el mar no impactaba sus olas. Allí pudo pescar más fácilmente. La misma tarde volvió con una docena de pescados desconocidos y mucho más grandes. Al prepararos estos deostraron una exquisites única.

Como era de esperarse, en la aldea todos llegaron a tener su caballito de totora. La población aumentó. El trueque se había convertido en una actividad muy productiva. La tranquilidad aún no se perdía, aunque sí amenazaba con irse. Por ello, quizás, una mañana no amanecieron ni Acucce Peskaq, ni Shumaq Qoillur, ni su choza. Todos siguieron sus pasos, los niños, los nuevos vecinos, todos. Estos se perdían en el gran valle del norte, cerca del gran río que nunca se seca.

Fuente: Revista Rico y Joven Chimbote.

Imagenes:

1º imagen: boceto titulado Buena pesca del artista plástico Humberto Hoyos Guevara.
2º imagen: boceto titulado La espera del artista plástico Humberto Hoyos Guevara.

9 comentarios:

  1. Que ingenioso fue Acucce , interesante relato compañero Rhazu .

    Me gustan los dibujos .

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  2. q bonita leyenda con mucha identidad chimbotana, felicidades

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  3. Por primera vez que escucho hablar sobre este relato, interesante, esto es una muestra más que nos falta mucho para poder rescatar nuestra identidad, aquella que anda perdida por los efectos de la postmodernidad.

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  4. Me gusta la trama de la leyenda.
    Pero creo que ésta presenta un descalce temporal.
    Bueno, quizá a eso se deban la magia de las leyendas.

    La leyenda sugiere que el primer pescador de nuestro puerto data de los tiempos en que existían los incas.
    Los incan tuvieron su espacio cronológico del 1200 al 1533.
    En nuestro puerto, ya se hacía referencia a la pesca desde el tiempo de los mochicas. Es decir, entre el 300 a.c. y los 700 d.c.

    Quizá la leyenda tendría más "validez" si "Shumaq Qoillur fuese la hermosa hija más querida de un noble consanguíneo del GRAN CHIMÚ" y no del INCA.

    Pero, tal vez, es ahí donde radica el encanto de las leyendas, por ese juego de insinuaciones entre el espacio y tiempo.

    Un abrazo compañero Holden Caulfield.

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  5. Muy bien, pero sabemos que existen SALADEROS DE PESCADO cerca del Puerto del Santa.

    Y que los primeros invasores en nuestras tierras santeñas-chimboteras fueron casualmente los Mochicas, luego los CHIMUS y finalmente los INCAS, tomando en cuenta esta etapa de la historia.

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  6. FELICITACIONES A LOS DIRECTORES Y EDITORES DE ESTA PAGINA , AL ING . FABIAN GUERRERO A MI PARECER LA CULTURA CHIMU NUNCA EXISTIO , LA POCA LABOR LINGUISTICA DE LOS CRONISTAS ESPAÑOLES , PREGUNTARON A LOS NATURALES MUCHIK SOBRE, QUIEN ES EL Q LOS GOBIERNA Y CONTESTARON "CHIMU CAPAC" OSEA EL PRIMO DEL INCA .
    NO EXISTIO CULTURA CHIMU , LA CULTURA ES TODO LO Q SE VE EN LA VIDA COTIDIANA, SE VA A DAR EN EL BAILE, COMIDA, MEDICINA, MUSICA IDIOMA . Y EN ESTAS ZONAS NO SE HABLABA CHIMU SE HABLABA MUCHIK, ME GUSTARIA TENER INFORMACION DE CULTURA CHIMU O MUCHIK.
    ME GUSTARIA PARTICIPAR EN TU PAGINA, SE VE MUY INTERESANTE , SUERTE EN TODO AMIGO

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  7. k listo acucce; se hizo bn famoso ehhh
    Pero k fuga se dieron acucce y su amigo
    nadie volvio a saber nada de elos
    ¡¡¡AlUcInAnTe!!!

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