.
RSS Facebook Twitter YouTube

domingo, 29 de julio de 2012

MISCELÁNEA DE GASTRONOMÍA Y COMIDA


“El que recibe a sus amigos
y no presta ningún cuidado personal
a la comida que ha sido preparada
no merece tener amigos”
J.A Brillat-Savarin

En el Perú somos más de 29 millones los habitantes que acostumbramos dividirnos en grupos, ya sean estos deportivos, religiosos, ideológicos, políticos u otros. Pero en lo que sí no nos dividimos es en un buen plato de comida, y hasta podemos llegar a sentarnos con quien sea y donde sea con tal de saborearlo. No por nada en nuestro país un fraile dominico hizo comer de un mismo plato a un perro, un gato y un ratón. 



Es que en nuestro país el tema de la comida está en boca de todos. Y ha hecho que el año pasado 30 mil personas se unieran en una campaña denominada Cocina Peruana Para el Mundo cuyo fin era involucrar aún a más personas para un posible reconocimiento gastronómico de la cocina peruana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Este año el World Travel Awards lo nominó como uno de los posibles países a la mención de Mejor Destino Gastronómico de Sudamérica, al parecer como favorito. Y es que, como ha dicho Bernardo Roca Rey, nuestro viceministro de cultura, nuestra gastronomía es una de las manifestaciones culturales más sensibles en el Perú y tal vez la que mejor nos representa. 

Su reconocimiento ha residido desde tiempos remotos: En la mitología Inca la diosa de la comida era la Mama Sara, entiéndase Madre del Maíz; en la mitología China fue Zao Jun, dios de la cocina, quien al probar unos tallarines hasta volvió a recobrar la vista que había perdido y conocer el amor de su esposa; en la mitología japonesa se dice que la diosa Uke-Mochi-No-Kami, tradujese Genio de la Comida, preveía la comida a través de la muerte. De esta última hasta existe un mito donde interviene la comida como explicación de la separación del sol y la Luna.

Tomando conciencia de todo lo que involucra y despierta el tema es propio imaginar posibles alternativas de desarrollo cultural desde sus vertientes. De una u otra forma, de la comida vivimos y por comer es que nuestra especie desarrollo su cerebro allá en África, donde se cazó el primer pescado que se sumaría a otros más, todos alimentados de un zooplancton especial que se nutría a su vez de fitoplanctons ricos en omega 3 y 6; unos de los únicos ácidos grasos esenciales que según Sacha Barrio Healey hicieron posible el desarrollo cerebral y la mitosis que trajo consigo la comunicación y el pensamiento ordenado. 

En Chimbote o fishland, entiéndase tierra del pez, quizás también podamos encontrar en la gastronomía y en la alimentación una de las aristas que pueden ser el baluarte del desarrollo, del turismo o la cultura. Tierra de Chimus, antigua cultura a la que se le atribuye el cebiche, plato bandera peruano; para nosotros, plato bandera de ciudad. Tierra también donde se han desarrollado sus variedades hasta servirlo con crema Huancaína o prepararlo con mango, donde se mantiene una inconciencia de todo su potencial sociabilizador y cultural, que es una pena no se le considere en la ruta gastronómica de Gastón Acurio, y peor aún que no se haga nada por exponer sus resaltos. En esta tierra, creo que ya es hora de que todos pongamos las manos al fuego por cocinar concretamente de estos olvidos un buen plato.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Vamos, no seas tímido. Exprésate. Comenta.