Juan Ojeda, el poeta de los navegantes.

Porque naufragar no es morir.

Si vivir es un naufragio de muerte, ¿QUÉ ES LA MUERTE?. Para Juan Ojeda la muerte fue una esquina, la contingencia de sus pasos, la confrontación entre lentitud y velocidad; y, sobre todo, saberse a los 30 años doblemente rojo un 19 de noviembre con la poesía goteándole de los dedos. Hildebranto Perez, describiría a Ojeda con unos versos que Rubén Darío habría hecho para retratar el rostro de Machado: “Misterioso y silencioso/ Iba una y otra vez. / Su mirada era tan, profunda / que apenas se podía ver.”

Ojeda nació en Chimbote, el 27 de marzo de 1944. Estudió su secundaría en el Colegio Nacional San Pedro; lugar del que, cuando cursaba el quinto año, -cuenta Hildebranto Perez, sin precisar - llevado por una temprana inquietud social tuvo que escapar de la policía. “Salir, huir, untar el mundo con el mundo mismo/ Y ya no podremos/ abandonar de la mente lo mirado. ¡Oh! Huir, salir, durar/ en las vertiginosas moradas del acto”. En el intento de hallarlo allanaron el colegio, su casa y la de sus vecinos.

En 1962, inicia sus estudios de Filosofía en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de San Marcos, la trascendencia de esta en su vida se puede ver claramente en de su poesía. Paralelamente llevó cursos de pintura y escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Llegado 1965 presentó por primera vez al II Concurso del Poeta Joven del Perú su libro “Elogio de los navegantes” Firmó con el seudónimo de "Dedaluz". La obra obtuvo una aleccionadora mención honrosa.

En una entrevista que le hizo Oscar Colchado, Ojeda precisa lo que es la poesía para él: “la poesía, más allá de la simple articulación literaria que la funda como género, impone una forma de vida sobre la cual se alza la gravedad de la palabra. Es decir, existe un comportamiento humano cuya riqueza vital testimonia ese enclave de la expresión, esa rumorosa convocación del lenguaje como fiesta y como figura, lo cual entraña un despojarse de formas hasta acceder a un conocimiento esencial del mundo y los valores humanos”.

En el patio de letras de San Marcos solía reunirse con otros tantos poetas como Danilo Sánchez Lihón, Julio Nelson, Juan Cristóbal, Ricardo Ráez, Andrés Cloud, Ermógenes Janampa, Yando Rios y Hildebranto Perez, para hablar sobre Vallejo, Neruda, Rimbaud, San Juan de la Cruz, Rilke, Trakl, Machado, Hernández, Kafka, Proust, Brecht, Mariátegui, Marx y Lenin. Siempre terminaban leyéndose sus propios poemas los unos a los otros. Todos llegaron a conformar la revista Piélago.

A los pocos años comenzó una travesía por toda América. Desconcertado al hallarse preso en Belem do Pará por una supuesta militancia revolucionaria, jubiloso explorador de casi todo el Caribe, soledoso testigo de; la penetración yanqui en Panamá. En 1973, decidió matricularse en la Escuela de Bibliotecarios de Lima.

El 11 de noviembre de 1974, a los 30 años de edad, Juan Ruperto Ojeda Ojeda, noveno de once hermanos, fue arrollado violentamente por un automóvil que se dio a la fuga en la cuadra 23 de la Avenida Arequipa.

Su obra:

No intentó una literatura facilista, sus temas fueron muy estéticos, humanistas y existenciales. Se identificó en su inquietud por el futuro de la Humanidad con Javier Heraud, a quien le dedicó su poema “Ardiente Sombra”. Juan Ojeda, antes de su muerte, le declaró a Oscar Colchado Lucio el profesar la estética marxista-leninista; y al poeta Juan Cristóbal, que le gustaría pasar El Capital de Carlos Marx a poesía.

“Elogio de los Navegantes”, tiene una reminiscencia histórica: Es un libro autónomo dentro de otra obra mayor. Fue escrito entre sus 19 y 21 años. Vendría a ser un poema introductorio a un futuro proyecto de escribir un canto nacional como la Eneida o Los Lusíadas. Llegó a presentarlo al concurso de los Cuadernos Trimestrales de Poesía de Trujillo.

Sus poemas fueron publicados, a lo largo de las décadas del 60 y 70, en revistas literarias como: Alborada, Arcilla, Piélago, Hipócrita lector o Haraui. Dejó algunos libros fundamentales: en poesía “Elogio de los navegantes”, “Ardiente sombra”, “Arte de navegar” y “Epístola dialéctica”; en ensayo “Escritura y modo de producción del texto”, y en cuento “La isla y otras exploraciones”.

OJO : Si deseas leer su poesía, descárgatela gratis haciendo click aquí : http://www.scribd.com/doc/36707469/Juan-Ojeda

Fuentes:

http://www.resonancias.org/content/read/46/la-poesia-oceanica-y-trascendental-de-juan-ojeda/ http://sol-negro.blogspot.com/2006/12/algo-sobre-tiempo-y-existencia-en-la.html
http://www.resonancias.org/content/read/47/la-poesia-oceanica-y-trascendental-de-juan-ojeda/ http://sol-negro.blogspot.com/2006/02/juan-ojeda.html
http://www.resonancias.org/content/read/47/la-poesia-oceanica-y-trascendental-de-juan-ojeda/

De las imágenes:
1ra imagen: Dibujo de Rhazú al plumón. (jajajaja) .
2da Imagen: Foto hayada en: http://www.resonancias.org/content/read/47/la-poesia-oceanica-y-trascendental-de-juan-ojeda/
3ra Imagen: Lienzo de Nelson castañeda titulado "Juan Ojeda"