Entrevista a TucuyRicuy // Premios Robados

ENTREVISTA A TUCUYRICUY

PREMIOS ROBADOS

Antes de entrar a la ceremonia de los “20blogs peruanos”, Tucuy Ricuy me llamó. Al colgarle, supe que esa noche comenzaba allí.

“Cholo, estoy por Puente Piedra, ¿puedes recoger el premio por mí?”, me dijo por celular. Asistía al evento por tercer año consecutivo (no me siento bien por decirlo). Esa noche del 27 de agosto, fui programado para zurrarme en la ceremonia hasta esperar la comida y los tragos cortos.

Seguramente, todos los blogueros inexpertos gozarían con cada galardón entregado. Para mí, era tedioso escuchar las gaseosas palabras de los ponentes, pero lo hacía por el bien posterior de comer mucho y beber más (además, quería embriagarme porque en ese estado es más fácil confesarle algunas cosas a una chica que invité a la ceremonia con el plan optimista de besarla en medio de la locura de los nuevos medios y el alcohol).

Por eso cuando Juan Antonio me comunicó que yo recibiría el premio en su nombre, no supe si alegrarme o entristecerme por la aparición pública de la que sería víctima. En cualquier caso, le pedí a mi amigo “Teni” (había llevado a su chica) que me acompañara a recoger el premio.

Claro que todavía no estaba confirmado que Operación Fishland ganaría. Entramos, tomamos asientos y esperamos. La amiga Rosa también vino, a ella tampoco la veíamos hace tiempo y me hacía bien verla. Como no había más asientos disponibles, fuimos más adelante, a los asientos reservados para los nominados. Me tuve que hacer pasar por Juan Antonio para que me dejen pasar. Le dije a Rosa que me acompañe a recibir el premio, en caso ganásemos. Ella se hizo la que me escuchó y, al instante, me pidió fotos (desde todos los ángulos).

La ceremonia empezó.

El soundtrack era perfecto para la noche: La máscara. Algunos notables personajes de esa segunda farándula chola tomaban la palabra arriba del estrado. Juani llamaba desde el bus cada diez minutos para saber los pormenores. Aun tenía esperanzas de recibir el premio él mismo. Era comprensible, quería ser recompensado por el buen trabajo que hace junto a sus amigos. Rosa me miró y sólo atinó a decir: “¡Aysh, pobre Juani!”.

Las palabras de A. Goga me sonaron a estafa. Nadie gana plata con sus blogs, la gente solo se mete para rascarse los huevos, y si quisieran ganar dinero (teoría que quiso defender), pues tendría que dedicarle millones de horas y más de cuatro posts diarios al asunto (como también dijo): nos venden la idea de que se puede vivir de un blog, olvidándose que a cambio nos volvemos marmotas digitales. El “ciudadano de a blog” es un tipo sin trabajo ni especialización.

La twittera M. Miranda fue más fresca, se encargó de lanzar una estocada de arranque. Ella dijo: “yo ya no tengo blog, no soy constante y me abrí una cuenta de Twitter”. No creo que se haya referido a su ciclo menstrual, simplemente que esto de la bloguería demanda mucho tiempo y dedicación. No entendí cuando se vanaglorió por tener miles de “tuits”, como si la cantidad, el numerito, el güarismo, fuera sinónimo de calidad. El Twitter es una buena ruta de escape y, para mí, puede albergar frases sin sentido y por eso inestimables. Mi conclusión fue que el Twitter es un pajazo.

Me gustó el último expositor que habló sobre los autistas e inadaptados sociales. Dijo que si bien, puestos en la realidad, son personas complicadas, distantes; podían tomar personalidades nuevas en el mundo virtual y que, es más, ellos dominaban las redes sociales. Puso como ejemplo a Lisbeth Salander, divino personaje de la trilogía Millenium de la que confieso estoy enamorado (me sumo a Bayly y Vargas Llosa que la han recomendado con emoción).

Acabadas las palabras, empezó el momento esperado, la premiación. Las categorías y los premios iban y venían, parecía que al ganador del blog de provincias lo habían dejado para el final. Cada anuncio me ponía la piel de gallina. Los ganadores desfilaban uno tras otro, uno más emocionado que otro, todos con ganas de chaparse a la modelo, que la pobre debe haberse limpiado con detergente los cachetes al final de la ceremonia.

Hasta que llegó la categoría “Familia”, y luego de ella la nuestra: “Provincias”. Anunciaron los nominados. Cuando dijeron “Operación Fishland”, nadie gritó o aplaudió, a diferencia de los otros blogs nominados. Entonces, el gordo que conducía la premiación lo dijo: “El ganador es OPERACIÓN FISHLAAAAND” y lanzó los papeles al viento.

“¡Vamos, Rosa!”, le dije a mi compañera. Me abrí paso entre las piernas de los asistentes. Caminé hasta el estrado, pensé “ahorita me caigo”, subí las escaleras, vi que Rosa no me acompañaba, qué importa pensé, ya estaba arriba y me cubrí de la luz alta que me apuntaba, me dirigí hacia el gordo premiador, le dije que venía de Nuevo Chimbote, recibí el trofeo de manos de la rubia modelo ¡y de pronto! se abre la tierra y sale mi amigo Teni que le robó un beso a la rubia y se ganó la silbatina del público.

Inmediatamente tomó el micro y dijo “Tucuy Ricuy no ha podido venir…”, perdió el aire e iba a continuar pero le dije “¡Teni, la foto!”. Él se acercó a mí y nos tomamos la foto como estaba en el protocolo. Algunos dicen que Teni hizo el ridículo, pero justamente por eso es mi amigo, porque lo sabe hacer profesionalmente.

Entonces me coloqué frente a toda la semi-farándula y me tentó la idea de empezar de la manera legendaria como alguna vez hizo Alfredo Bryce Echenique. Él, en una conferencia, abrumado por las luces de los reflectores, puso una mano enfrente y empezó: “Bueno, no veo a nadie, así que supongo que están todos”.

Mi discursito me salió de las tripas. Estaba nervioso de trabarme y dije: 

“Hola, [yo no soy yo] yo vengo en representación de Juan Antonio, él no ha podido venir, me ha llamado hace cinco minutos, está en Puente Piedra [algunas tibias risas], está viniendo de Chimbote, pero lo que él busca con su blog es promover la cultura chimbotana y… [pausa retorica] … todas las buenas cosas que tienen allá. Ya no va a poder llegar, es una lástima [uy, sí], pero estamos acá por él [en el colmo de la demagogia y la impostura, levanté el brazo junto al galardón]. Gracias.” 

Listo, nada más, la travesura ya estaba hecha. Retrocedí, Teni me señaló el camino y bajamos. Todo era risa, éramos los mejores, los triunfadores, los roba-premios, unos tramposos profesionales. El público nos aplaudía ciegamente. Las modelos nos miraban con una curiosidad que no se volverá a repetir nunca más. Teni me decía cosas que no recuerdo. Volvimos a nuestros sitios para esperar el momento que deseábamos más: la comida y el pisco sauer, tomaríamos tanto como para equiparar las tarifas telefónicas abusivas que cobra esa empresa española de telecomunicaciones. 

Apenas acabó la ceremonia, yo me meaba y salí volando al baño. En eso veo a Juani, le doy un abrazo contenido cinco años, me pregunta qué fue. Le di la noticia. “Has perdido, amigo, pero, no tengas cuidado, estos premios no valen nada”, le dije y volé a los urinarios. Ese plan fue urdido por Rosa para ver su reacción. Sin embargo, una vez al lado de los petipanes, los piscos y la algarrobina, le dije a Juani “!FELICIDADES PELOTUDO!” y Rosa desfundó el premio. 

Juani estalló de alegría, apostaría a que tuvo una eyaculación allí mismo, “¡sabía que me harían eso, condenados, ustedes no cambian!”, dijo y fue a celebrar con su madrecita. Disparamos unas cuantas fotos, Juani hizo migas rápidamente con “Lobita”, la amiga de Rosa (se sospecha que esa noche, en el after party, Lobita terminó besando al campeón) y le hice una entrevista pequeña a Juani, que atolondrado supo decir que “este premio va para todo Chimbote y Nuevo Chimbote, más nada”. 

“Esperamos que la hayan pasado bien, sigan twitteando y blogueando, pero no escriban cosas malas de esta noche ah”, dijo un tipo a la salida, antes de cerrar la puerta y dejarnos en la calle, listos para ir al after party a celebrar. 

reii (a-choteadas-aprendí)

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Mi siempre infiel y muy querido amigo Reiner Díaz escribió Premios Robados para deleite de los hinchas de Operación Fishland, contanto su rol protagónico en esos pequeños minutos de fama que nos robó. Carismático blogger es miembro y administrador, de la mano de su amigo Teni, en su columna virtual A Choteadas Aprendí, donde cuentan sus choteadas amorosas.

Algunos descuidos del TucuyRicuy:

1. Mencioné los méritos del miembro que tuvo dos menciones honrosas a nivel internacional, pero me olvidé de decir quien es. Aquí se hace llamar Tira Piedras aunque su nombre verdadero sea Marco Antonio Silva.
2. Tampoco mencioné al miembro activo, la vanguardia cultural de nuestro blog, el que cree que no existe  y tiene megalomanías de pingüino sapiens, se llama Rhazú.
3. No me había percatado que el bueno de Teni, relacionó a Chimbote como una suerte de interacción entre ciudad y campo. Más bien sería una suerte vaivenes entre la ciudad, el mar y la contaminación. Sin embargo le respondí a su pregunta sin aclarar ello.
4. Cualquier otro error, pido las disculpas del caso. Fue mi primera vez...y esa siempre duele.