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jueves, 31 de marzo de 2011

LA LUCIDEZ DE LA NOCHE

“Era zambo mulato, de nariz perfilada pero sin altura,
con las fosas nasales muy abiertas en la base
y cerradas hacia arriba en ángulo muy nítido,
 no como si fuera de carne sino de hueso puro”.

José María Arguedas
El loco Moncada ofrece en gran forma,
que lo nombren
Director de la Reforma
regará el desierto con arena,
meterá el océano en un puñete
dará de comer huevos a las gallinas
y cruzará vacas con palomas
para que la leche venga volando
por los aires
hasta la mamadera de los comechados

José Rivero Donaire

Delgado, moreno y cabellera de franela blanca. Su mirada parecía esconderse en la sombra del quepí de sus cejas, y, aunque tenía un aire a Charlie Parker, los trajines de su vida parecían las contorciones marcadas del Blues. Su nombre: Ciriaco Martínez Moncada. El Loco para muchos: EL LOCO MONCADA.
Cuando se hizo famoso vivía en uno de los ahora parques de El Acero. Para entonces, a causa del terremoto de los años 70’s, se habían derrumbado la mayoría de las casas en esa zona, por lo que los pobladores vecinos, como también de otros sitios, se refugiaron en cinco manzanas destinadas a parques, colegios y campos deportivos a la redonda. Allí Ciriaco hizo su hogar. Madera de barco sobre madera de barco, el techo igual. Y para sorpresa de los que entraran, tres cuartos de su casa jardín. A él le fascinaban las plantas. Coherente a esa relación ahora un alto molle ocupa su lugar. El espacio actualmente sí es un parque de concreto, que para la desazón de muchos lleva el nombre de la desconocida madre del antiguo alcalde Guzman Aguirre Altamirano. “Es un atentado a la historia” reclama el artista plástico Amarildo Obeso Sánchez, quien vive a siete casas de la zona.


Por las mañanas Moncada solía ir al muelle a recoger restos de nailon, cuerda y demás desperdicios que dejaban las embarcaciones. Con eso construía hamacas y artesanía que vendía en la intersección de las avenidas Pardo y Gálvez. Allí se colocaba en su hamaca hecha a base de redes de pesca; fingía descansar ironizando la buena vida de la clase alta del país. En ese mismo lugar también solía elaborar sus artesanías a la vista de todos. Algunos niños se le acercaban a curiosear sus quehaceres y Moncada siempre les hablaba, les daba consejos. Cuando observaba que en rededor tenía un gran número de espectadores, las críticas y consejos sociales se extendían a un público ya mayor. Lo que más se recuerda de esos momentos son las llamadas por teléfono al presidente Belaunde Terry.

Regresaba por la Av. Leoncio Prado hasta llegar a El Acero. Una vieja fotografía lo recuerda bien vestido, como cuando dejaba sus yankes, la galonera y aquel trapo que siempre llevaba en la mano, para vestirse impecablemente de blanco o azul y visitar Trujillo, lugar donde nació. Dante Aliguiere dijo: “en mitad del camino de mi vida me encontraba en una selva oscura, y había perdido la senda que seguía, al final volveré a encontrar el verdadero camino, aunque en el lugar menos inesperado”. En una entrevista que le hicieron para la revista Alborada confesó: “Quise viajar a Europa, pero mi destino me dijo que tenía que labrar mi futuro aquí, así me tiene mi Dios, si me voy dos o tres días a otro lugar me siento enfermo, sólo en Chimbote puedo sentirme tranquilo”. Quizás sea por esas razones nunca regresó de su último viaje.

Julio Rodriguez Arellano en su libro Ciriaco, el último profeta, lo describe como a un personaje que aseguraba ser el mesías “Dios puso una estaca en cada ciudad, para hablar a través de ella, en Chimbote me puso a mí”. Este mesías a diferencia del Jesús cristiano sí tuvo hijos, en total cinco. Su casa era la única con luz en ese espacio destinado para parque y de vez en cuando sus hijos le ayudaban vendiendo marcianos, tenían refrigerador. Fueron una de las pocas familias en tener refrigerador. Esto gracias al pago en producto por ser el protagonista de una publicidad hecha por una antigua marca de refrigeradoras, Electrulux, allá en los años 70’s. La frase que repetía con su habitual traje gastado fue “va,va,va.va,va, vaaa, va,va,va,va,va… una vida mejor con Electrulux”

Quien recuerde a Moncada conservará la imagen de un Patch Adams en un mundo de enfermos del alma, que a pesar de entender la miseria que habitaba en el mundo tenía un alma de niño, y que cuando sonreía parecía un árbol que se anidaba en palomas.

8 comentarios:

  1. Hay que meterle terror al parque que lleva el nombre de la mamá de guzman aguirre!!!

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  2. Un punto más para nuestro chimbotero Ciriaco Moncada ... Felicitaciones Holden Caulfield

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  3. Un dia, debe haber sido como 1988 tal vez, en la sala de espera de los pasajeros de "El aguila' buses de transporte que hiban de chimbote a trujillo y al reves..tuve la oportunidad de encontrar sentado como a dos asientos de mi a un senor moreno delgado vestido de terno negro muy callado con sus piernas cuzadas que dejaban ver el color blanco de sus medias que contrastaban con el color del traje q llevaba, era el loco moncada.

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  4. yo al loquito moncada lo conoci de niño era un loco lindo vi su comercial q hizo a esa marca de refriguiradoas como te extraño mi chimbote querido moncada es un icono de nuestro chimbote saludos a todo chimbote

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  5. MONCADA TODO UN PRSONAJE ..... QUE SERIA DE EL EN ESTOS DIAS SI AUN NOS ACOMPAÑARA

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  6. Gracias por todos los comentarios hechos ami Senor Padre Ciriaco Moncada Martinez .les agradezco por rfecordarlo con carino

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