.
RSS Facebook Twitter YouTube

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Digo Yo....


Otra vez empieza la semana y con ello debo abandonar temprano la cama, ingresar a la ducha y enfrentarme al agua fría que chorrea sobre mi cuerpo,  tomar el desayuno a la volada y salir corriendo para no llegar, por enésima vez, tarde al trabajo. Del alboroto y el espectáculo propagandístico electoral en las calles, sólo queda la sonrisa fingida de los candidatos estampada en millares de afiches  pegoteados en toda la ciudad. ¿Quién carajos limpiará todo esto ahora? Están en todas partes, aún en aquellos lugares donde la Ley los prohibe. Postes, paredes, banquetas, mercados, el estadio centenario y muchos sitios más han sufrido el grotesco maquillaje del fervor político caricaturizado en  una veintena de rostros sonrientes que quizás pronto nadie recordará. Si a esto le sumamos la infinidad de pintas, pancartas, gigantografías, volantes, propaganda en medios comunicación, espectáculos cumbiamberos y la innegable "manutención" de un sector de la prensa que está siempre dispuesta a ofertarse al mejor postor, tendríamos como resultado varios millones de soles invertidos en este rodeo electoral, que por las actuales circunstancias y modus operandis de algunos políticos, podría compararse con aquél negro espectáculo vivido a inicios de esta década cuando el Fujimontesinismo  armó toda una estratagema para perpetrarse en el poder.



"En campaña vale todo", dijo, alguna vez - con poca fortuna - un ex - Alcalde que pasó luego, varios años en la cárcel por haber malversado un par de millones de los fondos públicos. Pero acaso no es lógico suponer que quien invierte una cuantiosa cantidad de dinero en su campaña política, busque "recuperar" lo gastado cuando alcance el poder. Como diría  sabiamente la chimoltrufia, "no nos hagamos tarugos" ante esta realidad incuestionable: quien entra a la política consigue, siempre, más beneficios de los que debiera. Podríamos creerle entonces a nuestro cuestionado reelecto presidente regional, César Alvarez, cuando afirma exaltado y conmovido por los supuestos ataques en su contra, que su campaña  le costó apenas 30 mil dólares. O no caer en la tentación de pensar que la señora Victoria Espinoza y el pintoresco Valentín Fernández usaron recursos públicos para costear su pomposa cabalgata reeleccionista, la que finalmente no pudo consumarse, generando la desilución y desencanto de estos personajes, quienes no encontraron mejor remedio para calmar sus apatías que plantear el argumento de que su derrota se debió a un fraude en las elecciones, perpetrado por el movimiento Cuenta Conmigo. Este supuesto hecho fraudulento, a pesar de haber sido desestimado por el JNE, nos deja con la duda a muchos, y resquebraja, aún más, la credibilidad de nuestro endeble sistema electoral.  


Un recuento de todo lo vivido durante el pasado festín electoral  bastaría para demostrar que ni amarillos, ni rojos, ni derechistas, ni izquierdistas, ni siquiera los regionalistas, tienen la suficiente catadura moral - aunque la profesen airadamente -; y mucho menos el respaldo popular, para gobernar esta prodigiosa tierra tan rica y bendecida en recursos naturales. Eso lo han hecho saber los más de ciento cincuenta mil electores ancashinos que dejaron en blanco su cédula o viciaron su voto, cifra que representa el 26;5% del total de votos emitidos y que está por encima del 23,9% obtenido por César Alvarez. Sin embargo, en nombre de la "sacrosanta" democracia y salvaguardando el Estado de Derecho, las cuestionables normas del poder electoral cercenan la decisión de esta mayoría y le otorgan el triunfo al Movimiento Cuenta Conmigo. Queda claro entonces que este no ha sido un triunfo avasallador de César Alvarez, como muchos periodistas maniatados por el dinero, nos quieren hacer creer. Este ha sido el triunfo de la disconformidad y el hartazgo de ciento cincuenta mil ancashinos que están  diciendo: "BASTA DE FUNCIONARIOS PUBLICOS QUE COBRAN DIEZMOS POR CADA OBRA QUE SE EJECUTA Y SE ENRIQUECEN CON EL DINERO DE LA REGION". "ALTO A LA BARBARIE, NO MAS  MUERTES Y ATENTADOS". ""NO QUEREMOS EGOLATRAS QUE BUSQUEN PERPETUARSE EN EL PODER". "LOS POLÍTICOS SON UNOS LADRONES E INCAPACES DE MIERDA". Pienso entonces, mientras subo raudo los fríos escalones del edificio donde trabajo, que si no sería mejor lanzar una moneda al aire para elegir a nuestros gobernantes. Así no habrían carteles ni pintas en las calles, ni tendríamos que soportar el bullicio repetido de la ensordecedora propaganda política; el Estado se ahorraría, además, los millones de soles que cuesta llevar a cabo un proceso electoral que siempre termina dejándonos con la duda de saber si los resultados reflejan en realidad la voluntad popular. La prensa no podría negociar con los políticos; y lo más probable es que muchos periodistas abandonarían el oficio para dedicarse a actividades más rentables. Quien sabe si así se acabarían las sangrientas pugnas por el poder y el dinero.Si la política dejaría de ser un negocio rentable y todo lo que se gasta en la campaña electoral podría terminar  invirtiéndose en obras sociales . !Lo sé!. !Lo sé!. Estoy soñando. La realidad no abre espacio a ninguna de estas posibilidades. La realidad me dice que una vez más he llegado tarde al trabajo.

5 comentarios:

  1. oe tio genial he... te pasastess

    ResponderBorrar
  2. LA VERDAD MARCUS EXPECTACULAR LOS COMENTARIOS HE.. DIRECTOS REFLEXIVOS ANALITICOS BUENAA TIOO..

    ResponderBorrar
  3. Existe el favoritismo en la mayoría de medios de comunicación , por esto las personas siguen cometiendo los mismos errores ,votando por los mismos corruptos; los medios distorsionan perspectiva del pueblo.

    ResponderBorrar

Vamos, no seas tímido. Exprésate. Comenta.