Un texto de:
Jorge Méndez Torres
"Si grita pidiendo verdad en lugar de auxilio, si se compromete con un coraje que no está seguro de poseer, si se pone de pie para señalar algo que está mal pero no pide sangre para remediarlo, entonces es rock”.
(Pete Townshend, The Who)
¿Te has Cruzado con Alí?...
Lleva una barba espesa y bíblica, una melena encanecida de martirios y una guitarra macilenta que en sus manos puede inspirar más respeto que un fusil. Lo dijeron los músicos de su generación—los que empezaron a escribir el pentagrama del rock de la ciudad—, y lo repitieron los que llegaron luego a continuarlo: “Alí es el mejor de nosotros. No hubo compositor de rock ni guitarrista con su brillo”. Que no te extrañe. Ese brillo de intervalos, a veces al margen de aquel pentagrama, se proyecta aun cuando su estampa irrumpe desgarbada en lugares donde te has detenido alguna vez y que son desde hace años su escenario y exilio: bares, cafés y restaurantes del centro de la ciudad.
¿Te has cruzado con Alí? Es como cruzarte con el rock. Alí Cruzado es casi una metáfora viva del rock que ha sido y es en Chimbote: un pulso indomable entre quimeras y desamparos, un espectro vital que el mercado ahuyenta pero no consigue conjurar. Con casi 50 años de marchas a contra corriente, con comas asistidos y resurrecciones vigorosas, el rock en Chimbote asemeja un corazón que acumula la sangre de sucesivas generaciones, sin los canales para expulsarla con igual fuerza. Una diástole sin sístole que pasan a secar los vampiros de turno.
Acompaño a Alí Cruzado por el centro de la ciudad. Guitarra al hombro, lo siento en una encrucijada de caminos áridos , quizás con el cansancio de haberlos recorrido todos. Ve el show bussines de hoy como un complot tramado para atarantar audiencias, un paraíso más de figurettis que de figuras. Recuerda la primera escena rockera y piensa en Leoncio Lara, en Manolo Espinoza, en las muchas cosas buenas que cree se quedaron por hacer. ¿Otro infierno de buenas intenciones? —“Esos talentos pudieron legarnos más historia”—me dice convencido, y pasa a citarme a Mariátegui—“Los artistas más puros son los menos cotizados. Se quiere que trabajen para un gusto mediocre”—Le doy la razón (y a Mariátegui, por supuesto). “Pero si ya lo decía él, la historia es bastante vieja, ¿no Alí?” —“Sí, pero ahora es peor. Todo lo manejan las mafias, las autoridades…o los mercados, ¿no es lo mismo?” —.
Contra lo que pudiera parecer, Alí Cruzado no habla con total amargura. Con casi 10 años saliendo a “manguear”, dice encontrarse satisfecho.
—¿Será que "has adoptado la opinión romántica de los que repudian el presente en el nombre de la nostalgia del pasado?" (ahora te cito a Mariátegui yo ¿qué tal?)”
—“No, sólo trato de estar bien con mi consciencia” —Ok. De poses nada (confieso que al primero que me recordó tu cita de Mariátegui fue a ti).
—“No, sólo trato de estar bien con mi consciencia” —Ok. De poses nada (confieso que al primero que me recordó tu cita de Mariátegui fue a ti).
"Si esto no es rock, ¿el rock dónde está?" (Charly García)
Alí se mueve por los intersticios de la ciudad. Toca y canta
al paso donde aún se lo permiten. “Veo las puertas cerradas y las ventanas
también, ¿no será que nuestra gente está muerta?”, parece advertirnos desde un
automóvil la canción de Charly García.
“No, no estamos muertos para nada. Claro
que lo escuchamos y le soltamos gustosos unas moneditas. Grande, maestro Alí…siga,
siga así”-dicen los de la mesa tres-. Y
“yo no quiero volverme tan loco”, pero… ¿dónde está la escena rockera? ¿Ese
viejo corazón gotea aún sangre a sus
adeptos desde algún lugar? Y Alí Cruzado, este rey sin reino… ¿no debería tener las puertas de ese corazón abiertas de par en par? ¿Qué es
una escena de rock? ¿Qué ha sido?
En general, se diría que es el espacio organizado entre
público, bandas de rock e intermediarios. El
equilibrio de estos tres siempre fue precario, y desde
que el rock devino en showbussines, podemos hablar de una primacía del intermediario.
Si el intermediario
es oportunista , no especializado
y dispone de un poder mediático fuerte
(radio, tv), con frecuencia orienta y explota
los géneros que significan mayor rédito, de un modo exclusivo
y excluyente. De ello el rock no ha sacado la mejor parte los últimos años. Se dirá que el negocio es el negocio.
Pero la eficacia del negocio está en ejercer un absolutismo selectivo. El
intermediario organizado (que asocia al productor , la disquera , a la estación de radio, etc) tiene el poder de
destinar un lugar en el mercado ( dizque libre) a los géneros que decide hacer circular y calcula su impacto. Este desequilibrio rara
vez permite un contrapeso en las propuestas creativas de los músicos. Por el
contrario, impone estándares que suprimen
sus potencialidades estéticas y expresivas particulares. Todo
anhelo de vanguardia queda excluido por
descontado, a favor a una media programada del
gusto. Ese adoctrinamiento es un factor importante de éxito del negocio del intermediario: generar un público pasivo que no exige más de lo que le
dan, que solo está listo para consumir. El rock en nuestro puerto (como
muchos otros géneros mediáticamente debilitados en su anhelo, en su búsqueda, en su voz) da la impresión en la que nunca hubiese existido, que careciera de
historia o que aún estuviese esperando
nacer. En esta crónica daré noticias de lo contrario, de su presencia permanente, con exponentes
y posibilidades a lo largo de las
décadas.
¿Una mayor difusión revertiría el problema? Eventualmente,
aunque rara vez algo arraiga en su
esencia en la cambiante marea mediática.
Lo que una vez fue algo deja de serlo cuando se retiran las aguas.
Además, las expresiones originales del rock, las que han
perdurado, están más del lado de la ruptura. Si se toma en cuenta
que desde su nacimiento el rock fue a contracorriente de prácticas
conservadoras (reforzadas justamente en
lo mediático), su marginalidad de algún modo es su tradición. Pero encontrar el contrapeso o
generarlo en medio del imperio del showbussines siempre guarda relación (en mayor o menor medida) con la disyuntiva de apostar por la libertad creativa o
capitular por el éxito comercial.
No en vano, Libre Expresión (1973-1974) fue el nombre de una
banda local que apostó por un sonido propio, el más disidente y elaborado de su tiempo, que no tardó en ser ninguneado por el aparato mediático.
Pero la experiencia
del rock en Chimbote volvió a demostrar en años más recientes que sí fue posible remontar algunas olas en esos intereses y
anclar una escena fecunda sin
ahogarse en el intento. Ocurrió a fines de los noventa. La llamada “escena
subte” fue generada y sostenida por las
propias bandas y su público (en este caso, no el pasivo de las radiodifusoras) por
cerca de seis años. Los conciertos se
organizaron inicialmente en casas de los propios músicos a menudo alternando con un solo equipo de instrumentos. Contra esas precariedades, las posibilidades de
expresión y libertad creativa se repotenciaron. Estos disidentes formaron luego las asociaciones
Nación Suburbana (1999-2002) y Nación Alterna (2002-2003) para ampliar los
espacios de difusión y autofinanciar mejores equipos y alquiler de locales.
La escena “subte” con su ruptura, encontró espacios de
creación, fortaleza e identidad expresiva tomando distancia de lo mediático y
apostando por su propia estética.
Confirmó de paso que hay público para
otros espacios, y que este puede ser muy activo cuando se trata de preservarlos. Repasemos el rock de Chimbote en cuatro escenas, cronológicas y a veces coexistentes.
Primera escena: En el principio fue… una guitarra de palo
Alí Cruzado recuerda
que tenía 12 años cuando empezó a asistir a los festivales musicales que la
Municipalidad organizaba cada fin de semana en el coliseo Paul Harris. Sus
dioses locales por ese entonces eran Los Felton´s, primera banda chimbotana en
registrar un disco de 45 rpm (1969) con dos temas propios. Ocurrió luego de
ganar un concurso interdepartamental
convocado por Radio Programas. El logro abrió caminos y audiencias a
otros grupos provincianos hacia la capital. Con un sonido próximo a la Nueva
Ola, Los Felton’s: Leoncio Lara (primera
guitarra), Lucho Rojas (segunda guitarra), César Beltrán (bajo), César
Bracamonte (órgano), Alberto Rodríguez (batería) y Manolo Espinoza (voz) medían
semanalmente destrezas con bandas
locales como Los Beenkers de los hermanos Acuña
(en breve Pasteles Verdes), Los White Man, primera banda propiamente rockera (presentó covers de
LedZeppellin, Black Sabbath y Grand Funk),con Marco Merry y sus Golfos
(tercer grupo chimbotano en grabar un
disco de 45 rpm, incluyendo su versión de Treat, de Santana) y grupos invitados
de otras ciudades. Los géneros practicados en estos encuentros eran en realidad misceláneos (desde cumbia hasta rock), pero
permitieron que una primera escena se haga visible y activa. El entusiasmo y
constancia con que un promedio de cinco
mil espectadores se volcaban al encuentro semanal con sus grupos, ayudó a que
los músicos -no solo de rock- superen sus precariedades iniciales. “Al principio
no había afinador ni amplificador y
menos pedalera”— recuerda Alí—“Aparentemente se necesitaba magia para hacer las cosas”. Y Manolo
Espinoza, cantante de Los Felton’s,
puede suscribirlo. Venía de
alcanzar dos hitos que hoy se ven muy modestos, pero que fueron imprescindibles
para esta escena inaugural. El
primero fue fundar Los Shaker’s
(1965-1966), primer grupo de Nueva ola y pop creado para hacer presentaciones en
vivo (la posibilidad de grabar aún era una quimera).No tenían instrumentos
eléctricos ni amplificadores y se valían sólo de guitarras acústicas y una buena calidad interpretativa. Así llamaron
la atención de un grupo de ejecutivos de Panamericana Televisión e
hicieron una presentación televisada. El
segundo hito de Manolo fue, ya al frente de Los Milton’s (1966-1968),
incorporar por primera vez en una banda local un amplificador y una guitarra
eléctrica.
El sueño Felton
Pero la trascendencia del disco que grabó Manolo
Espinoza con LosFelton’s al año siguiente fue decisiva para insuflar a
la escenade una especial pasión colectiva casi futbolística. “Quienes estábamos ahí, el público, hacíamos de eso algo especial”, recuerda
Alí. Luego agrega “Las Águilas de
Trujillo eran los más respetados. Y para nosotros eran los rivales de los
Felton’s. Cuando venían, salíamos a repartir volantes. ¡Hoy canta el loco
Manolo! ¡Ven a ver a Los Felton’s! …Y la gente venía, traía matracas, formaba
sus barras, el coliseo rebalsaba y LosFelton’s la rompían”. Los Felton’s
grabaron los temas inéditos Sueño de Amor (de Walter Alday)
y El Tema Felton (de Leoncio Lara, guitarrista de la banda), con
los que ganaron aquel concurso de Radio Programas.
En estos primeros
años de la escena, el poder de los intermediarios no gobernaba la relación entre el público y sus grupos. Esta
era espontánea, simétrica, casi
coloquial y fue un momento claro para el despegue de nuevas propuestas creativas.
Una expresión fuera de este mundo
Alejados ya de las sonoridades nueva oleras que acunaron el
fervor del público de los primeros años, los hermanos Lara Mejía
(Javier, ex White Man en bajo y Leoncio,
ex Felton’s en guitarra) con Alberto La
Torre (voz), Carlos M. (teclados) y Hugo M. (batería), dan vida a Libre
Expresión. El disco de 45 rpm que graban en 1973 significa un avance importante en el sonido del rock
local. La psicodelia y el hard rock
estrechan manos con una madurez compositiva y sonora equiparable a la de
cualquier lugar escena del mundo en esta línea. Pero Chimbote carecía de estos antecedentes,
por lo que la ruptura
en el sonido de Libre Expresión supuso la piedra fundante del rock en la
ciudad. Es verdad que los White Man presentaron antes al público el rock más duro que conocía
el mundo por entonces, y que en esta
senda se inscribió Alberto La
Torre en los primeros años del grupo
Kung Fu (con los hermanos Alberto y Jaime Konfu), y que los mismos hermanos
Lara hicieron lo suyo previamente en su banda de transición Black Star. Pero la
dimensión abierta de los sonidos duros que practicaban se limitó a los covers, sin apostar por un
movimiento inicial creativo. Libre Expresión graba “Fuera
de Este Mundo” y “Destrucción”, ambas composiciones de Leoncio Lara, que fueron
apoyadas inicialmente por las radios
locales.
Pero una primera ola mediática reorienta la atención a géneros románticos de
fácil consumo -en muchos casos intrascendentes-, frenando masivamente lo que se
anunciaba como un vuelo creativo de mayores alturas. Alí frunce el ceño cuando
recuerda ese episodio. “Fue como si de un momento a otro se instalase en las
radios una mafia que despreciaba el arte
que se empezaba a alcanzar”. El suceso internacional de Los Pasteles
Verdes-hasta hoy sin igual-, llega poco después y reconfigura un formato sonoro de éxito en las propuestas musicales que se sucedieron hasta
agotar la década de los setenta. Libre Expresión se despide de la vanguardia, conserva
el núcleo Lara – La Torre , para formar Y Griega(1975-1980), banda que mantienen un
buen nivel compositivo, pero dirige su
sonido hacia el pop y la balada. Alberto
La Torre se revela como uno de los
compositores más prolíficos y
simultáneamente a Y Griega, continúa trabajando hasta 1981 con Kung Fu,que también se embarca por horizontes sonoros más livianos.
A mediados de los setenta, Alí Cruzado se hizo amigo del
guitarrista Leoncio Lara . Hizo su debut en la olvidada banda Ensalada de Fruta
–“La razón es que hacíamos de todo”- me dice. Luego hace parte en Markina Junior y Galaxia. De esta última surgiría el núcleo de
su futura banda Randa- Bach y también el de Duro y Blando
y Taxi, populares bandas de los
ochenta, de las que me ocupo a continuación
Segunda escena: La voz de los ochenta
Dicen que el epicentro fue México, país frecuentado por movimientos sísmicos. La onda
expansiva atravesó hacia el sur todo el continente, convirtiendo a varios monumentos sonoros de la década anterior en venerables piezas de museo y a otros en insalvables ruinas. La nueva ola mediática
alcanzó
en 1986 su estallido mayor. En nuestro país y el resto de Latinoamérica,
en ciudades grandes y pequeñas, el fenómeno llamado Rock en español
(orientado más en realidad al pop) tuvo una réplica unánime. En
Chimbote radios como Stereo 100 y
Studio 54 canalizaron la nueva moda
(las radios limeñas aun no copaban el dial). Se promovieron eventos musicales masivos
como antaño, pero la iniciativa corrió ahora
por cuenta de las radios más que del
municipio y el coliseo Paul Harris se llenó como 20 años atrás,
aunque sin la frecuencia semanal que
caracterizó esa época. Bajo el común denominador de rock en español, se presentaron bandas emergentes como Río, músicos
de trayectoria como Chachi Lujan, consagrados independientemente como
Frágil y las bandas chimbotanas más conocidas como Ormiga Rock o Taxi.
En esta década, las
bandas chimbotanas empezaron a grabar sus discos de larga duración. Los
pioneros fueron Duro y Blando (el nuevo proyecto de Alberto la Torre al iniciar la década).
Pero su Lp de 1982, algo alejado
del estallido
del rock en español, no pasó de
tener una tibia acogida en las radios
locales.
Duro y Blando tuvo una banda soporte. Esta fue el núcleo de la exitosa banda Taxi (1982-1992). Sus
primeros temas los grabaron en discos de
45 rpm entre 1983 y 1985, escalando ese último año posiciones en radios de todo
el país. Taxi se anticipó por muy poco
tiempo al impacto de la nueva
movida. Para cuando grabó
su único larga duración (1989), ya
eran conocidos en Lima y varias provincias.
Conformaron Taxi los talentosos
Enrique y Manuel Alvarado Maguiña (guitarra y teclados respectivamente), Jorge
Gutierrez (batería) y Daniel Cueva (voz principal y bajo), quien fue
reemplazado por Peter Espinoza en 1986.
Todos los temas del Lp homónimo fueron
compuestos por Manuel Alvarado.
Ormiga Rock (OR) fue
otra banda favorecida por este empuje
mediático. Grabó un disco de 45 rpm (1985) y
un larga duración llamado Metete en la música (1988) que alcanzó el éxito a nivel nacional. La
banda surgió del deseo del compositor de baladas y ganador de
la OTI Félix Yoshida
de incursionar en otros géneros
en boga. Así, en la misma línea pop,
Yoshida dirigió en simultáneo a la
adolescente banda local Tu Rock, que
también ganó atención
mediática muy considerable. Esta última,
promocionada como “La banda más
joven del Perú”, tuvo integrantes
entre los 12 y 15 años de edad tocando ellos mismos sus
instrumentos. El grueso del público de ambas bandas se ubicó
en ciudades al norte del país (de costa sierra y selva), a donde salían
constantemente de gira. Se presentaron
también en vivo en Lima en
festivales, en eventos organizados
por radios como 1160 y programas
musicales televisados.
Mas allá del
aspecto positivo que trajo consigo esta
versión local del showbusiness (especialmente un crecimiento
de las audiencias sin precedentes
y records de difusión y ventas aún sin
superar), las noticias sobre la evolución de propuestas en el rock porteño
quedaron relegadas. En cierta forma, evolución es una palabra incómoda para los momentos estelares de cualquier showbussines que prefiere apostar por la continuidad de lo que
ya tienen asegurado.
Alí Cruzado, para ese entonces ya al frente de
Randa Bach (1982-1989, con eventuales presentaciones posteriores en los noventa),
inauguraba un curioso método de componer
sus canciones en directo. Su sonido oscilaba
entre el hard rock e influencias del rock clásico. En esta época, Alí consolida un reconocimiento entre sus colegas como compositor y virtuoso guitarrista. Recuerda a sus
compañeros de banda: “El loco Ray
(guitarra), Cachito (bajo) y Raul Beteta
en la batería”.
Vemos que esta
segunda escena estuvo dominada por sus intermediarios. En realidad el rock
en español fue planeado así desde su
origen, a diferencia de su
inmediato antecesor, la Movida
Madrileña de 1980.
Marcar esta diferencia es importante, por que ilustra dos maneras en que puede trascender el rol del intermediario. La Movida Madrileña surgió por la
decisión política del ayuntamiento de
Madrid para impulsar diferentes artes
subvencionando y promoviendo espacios para que los artistas hallen su voz ,
su expresión y su público. Artistas que hoy son de
culto y en varios casos consagrados. Mientras, el fenómeno del llamado rock en español estuvo orientado
básicamente al consumo, a aprovechar la potencialidad de meganegocio visto en la música hecha en nuestro idioma. Quizá
nuestras autoridades, con algo de voluntad política, podrían recoger algunas experiencias de La Movida Madrileña. A veces el talento no va al mismo paso que las condiciones del mercado.
Tercera escena: Visiten nuestro bar, que los ochenta se van a quedar.
Cuando la voz de los ochenta cesó la fuerza de su oleaje, volvió
a configurarse la escena local. El circuito de bares, pubs y discotecas donde se estableció la tercera escena nunca le fue ajeno en
realidad. Ya El Club 66’, una de las primeras discotecas de la ciudad, tenía a Los Milton’s como sus estelares, pero fue en el lapso de 10 años que abarcó desde los últimos años de los ochenta hasta los últimos de los noventa
que estos establecimientos se ocuparon (casi de modo exclusivo) de tender el nexo entre las bandas locales y su público. En realidad llenaron un espacio. Las emisoras se desinteresaron de cualquier
forma de escena local. La moda había pasado
y las eventuales presentaciones
de los músicos en las radios no les aseguraban ni continuidad ni el ingreso a su programación habitual. Los
eventos masivos se resintieron y otras
corrientes musicales dominadas por el idioma inglés acapararon el gusto general. Frente a esta marea adversa, el circuito de locales
nocturnos significó de algún modo tierra firme y
continuidad. En los ochentas
aparecieron los videopubs
HappyDays, Rogers y TwoDollar. En este último tocaron (además de la
banda homónima), las bandas ForCrazy
y No Hay. Durante los noventas, alcanzaron popularidad Camelot, El Roble,
Glenn y La Pileta, locales donde
alternaron bandas emergentes como Occisos, Exodo, Sacramento o Praxis. La
consigna principal fue mantener vigente el culto a los hits ochenteros. Aquello funcionó estupendamente.
El público, en su mayoría flamantes
nostálgicos de los años idos, hallaba espacios
donde evocarlos (hoy la movida ochentera ha hecho legión en el mundo y
no dejan de abrirse locales y emisoras radiales dedicadas a
exaltar su legado). El lugar más emblemático de esta escena fue el bar
EL Bucanero, que desde mediados
de los noventa albergó a varias de
nuestras bandas más sólidas, como
Forever, Freedom y Polvo Libre. El guitarrista Fernando Ramos
(cofundador de las tres mencionadas), permaneció hasta
cerrar los años de mayor
concurrencia al local (alrededor
de 2005).
La faz negativa de estos
intermediarios fue sin
embargo la tendencia a
consolidar una escena sin voz
propia, a retraer a su mínima expresión la faceta creativa de las
bandas. Tener una buena banda de covers parecía ser el único modo de permanecer vigente. Los locales además solían
decidir el repertorio. Recuerda Fernando Romero: “Siempre estábamos
con la
inquietud de tocar temas propios. Pero por cuestiones de mercado lo fuimos postergando. Los clientes esperaban
oír algo conocido”. Forever sin
embargo grabó su tema
Adios siglo veinte (inspiración de su guitarrista Willy Ferrer),
con acogida en
varias emisoras locales a fines del año 2001. Polvo Libre por su parte, permaneció tocando
en El Bucanero cerca de ocho años ininterrumpidos. Un aporte valioso de El Bucanero en el matiz de esta esta escena fue la inauguración de los recitales acústicos (una manera de emular
los celebrados Unpluggeds de MTV). Primero
estuvieron a cargo de Marlon Quevedo con su banda The Polvo. Se sumó
luego el guitarrista JoeUrdanibia con su banda Karma. Este formato si permitió
la alternancia de un repertorio de temas populares con los temas
propios.
Con la idea de impulsar esta última vertiente, abrió el bar Acústica (2003- 2011) en Nuevo Chimbote. Pero al poco tiempo dio cabida los sonidos eléctricos, ante las preferencias del público. De los
varios grupos que acogió este bar , fueron Los hijos de Eva (2003-2007)
quienes lograron repercusión nacional. Lo integraron JoeUrdanibia (guitarra), Juan Víctor Sánchez
(bajo y voz)y Roman Corpus (batería),
reemplazado este último por
Enrique Centurión. Lograron una
agradable fusión entre el pop, el rock y funk. Ganaron el año 2005 un concurso nacional de bandas
auspiciado por una conocida bebida, tocando sus temas propios. Dieron entrevistas en programas de televisión y
alternaron con varios artistas consagrados en el estadio de la Universidad San Marcos. Su material aún permanece inédito. Otro
local que ha mantiene esta escena vigente los últimos años es el Machineros, que albergó a grupos como Lp
33 (covers de rock clásico) y
recientemente a Bulldog (que brinda
estupendos covers de hard rock).
Cuarta escena Oirán tu voz
De pronto algo fluyó en otra dirección. Al principio se
pensó que su destino sería el pronto olvido, pero su torrente
engrosó y se hizo trepidante . Para navegar ahí había
que ser un disidente, empezar de
cero. Igual que ayer, una libre expresión demandó una ruptura.
Los Lemmings y la escena “subte”: El rock salta al vacío
pero no se suicida
Me referí al iniciar este texto a los espacios que la
llamada escena “subte” creó para sí y
fortaleció al margen de los intereses
de los intermediarios.
Revitalizar géneros derivados básicamente del metal y el punk difícilmente se
hubiese logrado sin una escena independiente.
Esta nueva escena
se desprendió del circuito de pubs establecido, y en
pleno vigor de la ola alternativa
(que durante algunos años
les fue común). Para 1996, ya las canciones de Nirvana, Alice in
Chains o Pearl Jam formaban parte del repertorio habitual de bandas chimbotanas como Ocho Bolas, Sociedad Anónima, Praxis o
Lemmings
Pero para algunos lo
“alternativo” no fue una moda, sino un catalizador que actualizó un viejo
espíritu de rebeldía postrado hace
casi veinte años en el rock local.
Sus deseos de expresar
emociones (a menudo con crudeza) se impusieron a los convencionalismos. Sus actitudes y sonidos no eran los que se esperaba
en los insertos al circuito formal. “Pero a nosotros en ese momento nos interesaba más expresar cosas mediante
la música que sonar o parecer profesionales”,
recuerda Víctor L, voz de Lemmings. Por
eso, cuando el espíritu y la estética
asociados con lo “alternativo”
empezaron a ser asimilados y sus banderas de insurgencia arriadas, se marcharon a izarlas por parajes más crudos.
Eso fue lo
singular de esta nueva escena: su apuesta por el rock desde el rock mismo, no desde los
cálculos de un intermediario. Volvía a tratarse de una
ruptura. A lo largo de seis años, conquistar nuevas fronteras de sonido tuvo su
parte de grito ciego y de evolución
paciente, pero sobre todo, su parte
de salto al vacío.
La primera formación de los Lemmings (1996) (con Víctor L en
voz, Rolando Vásquez en guitarra, Joe Urdanibia
en guitarra, Roman Corpus en batería
y Juan Willman en bajo), estaba inserta en la escena del circuito
nocturno. La banda se convenció que era necesario crear otra escena para la
música que se proponían hacer. Ello implicó (entre otras cosas) tomar distancia
y quedarse sin piso. Y quizás siendo
consecuentes con la resonancia tanática de su
nombre, los Lemmings decidieron dar el salto
al vacío. Al fondo del abismo estaba aquel el torrente , discreto y de pronóstico reservado, pero que fluía hace varios años en la nueva dirección que les
interesaba, y con compañeros de viaje además: En 1993, Giancarlo Mostacero y Rafael
Melendez habían formado Necro Corpe, primera banda death metal de Chimbote.
Ambos se hicieron pioneros también del hardcore local con Guerrilla Urbana (1996). El torrente
creció y una nueva camada de disidentes imitaron con más frecuencia y confianza
el salto de los Lemmings. Había bandas
punk como Aneurisma (1998) e
Incertidumbre (1998), también bandas hardcore como Suburbia (1999), otras ubicadas en el Niü Metal como Contranatura
(1999), o en el grindcore como Deforme
(1999). El sonido de Lemmings se alejó de lo alternativo inicial y se asentó a
plenitud en el heavy metal. De su núcleo
sin embargo surgieron otras dos bandas paralelas: Inicuom (2001),
cultores del death metal y Boreana(2001), pioneros en el doom metal. Más adelante engrosaron la vertiente punk Sinamos (2001) y Andariel (2002). Sobre la marcha de este caudal se construyó
la nueva escena, que encajó en
la ética del do it yourself
(hágalo usted mismo), tan propio de las corrientes punk y otros movimientos contraculturales. La escena se
asentó en Nuevo Chimbote
El relanzamiento de los conciertos:
Las asociaciones que antes mencioné, creadas a iniciativa de los músicos Víctor L y los
hemanos Ismael y Sergio Castro , lograron financiar un
concierto cada
mes y medio durante tres años continuos. El público crecía
y las casas de los músicos ya no ofrecían abasto (se albergaban a 200 personas) , por
lo que se empezaron a alquilar locales. Los fondos recaudados y las cuotas de
los socios se invertían en su totalidad. Nunca contaron con el apoyo municipal.
Se registró un record de 600 personas en el local del partido Acción
Popular el año 2001. Por su parte, la
asociación ARMI (Asociación de rockeros y músicos independientes) fundada por el guitarrista de Praxis
“Lennin” Dominguez y Alí Cruzado, desde 1998, se abocó también
al esfuerzo de
organizar conciertos y de integrar a las bandas del rock y el pop en la ciudad. Realizó entre otros,
las tres ediciones del festival Maretazo
el año 2002, en la concha acústica del vivero forestal, congregando a
más de mil personas y con la
presencia de las bandas Randa-Bach,
Praxis, Lemmings , Contranatura entre otras .
Rock en la red:
Las nuevas tecnologías han permitido a las bandas locales ampliar sus posibilidades de ser escuchadas. Su material se
difunde través de la
web. Las páginas especializadas
en el rock duro como www.chimboterock.com y grupos
en Facebook como Escena Chimbote Rock o
Rock en Chimbote, exponen su actividad y propuestas en las distintas líneas del rock y el pop. Este medio ha logrado integrar también a músicos de diferentes generaciones. Por ejemplo, el material del joven cantautor chimbotano
Javier Salcedo, es producido y grabado actualmente por el experimentado bajista
Carlos Barbaran (ex integrante de las
bandas Tu rock, ForCrazy, TwoDollar y Sociedad Anónima entre otras). Es posible ver un adelanto de aquel trabajo en los grupos de Facebook
mencionados.
Más aún, el contacto
a través de internet con disqueras independientes ha hecho posible editar
material de varias bandas locales de rock duro, entre ellas las tres gestadas por el músico Rafael Meléndez: Metralla (2004,
trashdeath metal), Stone Head, (2005, hard rock) PoisonDeath (2006 ,trash
metal) y Mandrágora (2007, Steel metal)
El año pasado, la banda Contranatura (1999) logró ubicar en el puesto 14 (de entre 100 bandas del mundo), un demo con tres temas propios vuelto a grabar
recientemente, en el ranking del sello
independiente Road Runner
Por supuesto que se
trata de una vocación y una resistencia
ante un reconocimiento siempre esquivo. Pero la riqueza de las propuestas y
el talento que se quedan en el camino, bien justificaría un esfuerzo similar al
de la “movida madrileña” al que aludí de parte de las
autoridades , para evitar dar tantos saltos
al vacío. Sobrevivir de un salto al vacío precisa de un milagro.
-¿debemos seguir esperando Milagros, Alí?
-“No, yo creo que uno mismo debe ser en parte el motor para
hacer las cosas. Uno mismo tiene que
trabajar. ¿Milagros? No sé…Pero si hay alguien que puede todo, debería estar atento a todo. ¿Por qué los
gobernantes… las mafias, todos se burlan de nosotros?... ¿Dónde está el amor de
Dios?” asaltado por esa inesperada pregunta, me quedo pensando en una respuesta que no hallo. Mientras, el lado B
de nuestro viejo disco no cesa de
girar y crecer.
excelente nota, cabe resaltar que Forever nació en el 93 hasta el 2000 e hicimos muchas giras a nivel nacional abriendo a bandas reconocidas nacionales e internacionales, y grabamos en el 99 Adios Siglo XX, llegando a sonar en Z, ántes de ellos a principios de los 90s la banda Oxisos grabó Timida que fue bien acogida en radios locales y con presentaciones en la capital. Hay muuucha historia que escribir pero la verdad es la mejor nota descriptica del rock local que he podido leer.
ResponderBorrarWilly Ferrer
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ResponderBorrarMuchas gracias por esas precisiones Willy, y por tus palabras. Tienes razón, hay mucha historia que contar y mucha música que volver a escuchar.Hubiese sido buena idea acompañar la crónica con vínculos de las canciones ya estan en internet. Se me pasó. Saludos
ResponderBorrarJorge Méndez
Espectacular el parecido con pabluchavenero.
ResponderBorrarSaludos, excelente artículo gracias a esto sabemos mas acerca de los orígenes del rock en Chimbote y podemos estar mas conscientes de donde estamos parados, ahora bien es momento de seguir trabajando.
ResponderBorrarhttp://rockenchimbote.blogspot.com/
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Saludos!
ResponderBorrarExcelente artículo, gracias a esto podemos conocer mas acerca de los orígenes y la historia del Rock En Chimbote y tener conciencia de donde estamos parados, ahora bien es momento de seguir trabajando.
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Hijos de eva no?, que será de ellos, alguien sabe de
ResponderBorrar.......la escena local..
ResponderBorrarhola saluda un integrante de hijos de eva bueno el grupo se disolvio ya hace unos años pero cada integrante biene trabajando de manera independiente como musicos unos en chimbote otros en lima juan victor voz principal radica en chimbote toca musica para el señor roman corpus 1er baterista dedicado a la docencia aparte trabaja como musico para diversas bandas en chimbote y quique centurion 2do baterista radica en lima es abogado dejo un tiempo la musica actualmente esta volviendo a retomar con fuerza y joe urdi guitarra radica en lima tambien y netamente dedicado a la musica trabaja tambien con diversas bandas del medio limeño un saludo para toda la gente que se acuerda de los hijos de eva gran epoca gran banda...........
ResponderBorrarrecuerdo aya por el ,98,99,2000 terminando mi etapa de futbolista pro...jaja una banda que me influencio mucho en mis inicios por su calidad de musicos y se oia hablar de un señor Ali Cruzado,Ray y otros contemporaneos,etc...luego escuche bandas como eran los PRAXIS en Chimbote y los FOREVER en nuevo chimbote estaban casi ya deintegrandose para la mala surte de nuestra escena rockera, cuando decidi empezar con mi aventura en la musica pero de pronto viajo el baterista de la banda antes mensionada y quedo en stand bye el rock en nuevo chimbote,pero luego mi amigo juanvictor y yo hicimos una banda llamada Spald´ranas rock y tuvimos la suerte de seguir los pasos de estos grandes musicos teloneando a libido,amen,vilma palma,autenticos decadentes,gianmarco,gondwana,etc,etc...ahora ya con un poco mas de experiencia alberto hernandez damaso es musico de carlos galdos,su hermano anibal es guitarrista y ritmica de lucho nuñes,mi hermano rolo toca con los mr10,aveces se acuerda decantar el chino figueroa juan junto a Joe U. hicieron hijos de eva,luis seguia tocando bateria con los lemings y yo hice mi banda Ciudad Pecado. ( no es apologia es en lo que se ha vuelto esta sociedad )puedo decir que la musica siempre estuvo entre nostros y seguira dando buenos frutos porque siempre sacaremos la cara por nuestro querido puerto yeah !!! : PAULO GUTIERREZ AVILA ( polo )
ResponderBorrarRECUERDO AYA POR EL FINAL DE LOS 90´S... 98 PARA SER EXACTO,TERMINADO MI ETAPA DE FUTBOLISTA PRO Y VENIA DE JUGAR POR LA SELECCION DE CHIMBOTE EN HUARAZ..JEJE AÑOS ANTES YA SONABAN BANDAS COMO,NO HAY,TWO DOLLARS,OXISOS,PRAXIS Y FOREVER, ESCUHABA HABLAR DE MUSICOS CHIMBOTANOS ANTES DE MI GENERACION COMO ALI CRUZADO ,RAY,BURRITO EN CHIMBOTE ,SORPERENDIAN POR LA CALIDAD DE MUSICOS QUE TENIAN ESTAS BANDAS HASTA QUE POR EL 2000 VIAJO EL BATERISTA DE LA ULTIMA BANDA ANTES MENCIONADA Y QUEDO EN STAND BYE EL ROCK PIENSO POR UN TIEMPO EN NUEVO CHIMBOTE , CUANDO DECIDI EMPEZAR CON MI AVENTURA MUSICAL Y CON UN AMIGO LLAMADO JUANVICTOR (ANTES VOCALISTA DE HIJOS DE EVA) FORMAMOS UNA BANDA LLAMADA SPALD´RANAS ROCK Y TUVIMOS LA SUERTE DE TELONEAR A GRANDES ARTISTAS Y MUSICOS COMO LIBIDO,AMEN,AUTENTICOS DECADENTES,VILMA PALMA,GIANMARCO,GONDWANA,ETC...MUY BUENOS MOMENTOS PARA CON NOSTROS AHORA CON UN POCO MAS EXPERIENCIA CADA UNO TOMO SU RUMBO...ALBERTO HERNANDEZ AHORA ES TECLADISTA DE CARLOS GALDOS,SU HERMANO ANIBAL ES GUITARRISTA DE LUCHO NUÑEZ,MI HERMANO ROLO TOCA TECLADO CON LOS MR10,RECUERDO A LUCHITO EN LA BATERIA TOCANDO CON LOS LEMINGS EN TRIBUTOS SUBTES,JAVI PARA MI EL MEJOR BAJISTA QUE TUVO NUEVO CHIMBOTE Y GUIADO POR WILLY CAMPOS SE RETIRO DE LA MUSICA TOCANDO MUCHOS AÑOS CON LOS PASTELES VERDES Y EN TODAS LAS ORQUESTAS HABIDAS Y POR HABER,CHINO FIGUEROA EMPRESARIO Y DUEÑO DE PERU BAR AVECES SE ACUERDA DE CANTAR...JEJE Y YO SEGUI CON MI BANDA CIUDAD PECADO...MUY BUENOS MOMENTOS GRACIAS A TODOS POR SEGUIR APOYANDO LA BUENA MUSICA. ¡¡¡ LARGA VIDA AL ROCK AND ROLL !!!! YEAH !!!
ResponderBorrarGRACIAS : POLO
ResponderBorrarSÁBADO 21 DE SETIEMBRE, 8:00P.M. PLAZA MAYOR- DISTRITO DE NUEVO CHIMBOTE
ResponderBorrarI MEGA CONCIERTO DE MÚSICA JOVEN POR EL DÍA DE LA JUVENTUD,
DIFUNDE Y PARTICIPA DE ESTA CITA CON SABOR A PRIMAVERA, TE ESPERAMOS
Nos estamos olvidando también de un grupo muy buen Blalck Rose, Walter Herederia, el gran scoby Kike Senturion, que después paso a formar parte de Hijos de Eva y otros que de verdad no me acuerdo. Ellos grabaron varios temas propios en la ciudad de Lima en los años 2000 mas o menos y viajaron por varias ciudades. De ellos no se sabe nada, juntos, pero scoby sigue eternamente con la guitarra aca en Chimbote, Heredia trabajando como ingeniero también aca, y Kike que se sabe que es Abogado y esta junto con Joe Urdavinia en Lima tratando de hacer un proyecto creo, bueno asi he escuchado. deben de juntarse. Black rose y Hijos de Eva, fueron los que nos representaron a nivel nacional, después no hubo. Grande Chimbote!
ResponderBorrarMuy buen articulo, yo soy chimbotano hasta los huesos, y que rico se siente saber de su historia musical, radico en Tacna hace muchoas años pero extraño mucho mi tierra, cuna de grandes musicos y bandas rockeras.
ResponderBorrara la csm, recien veo este articulo, auqellos tiempos carajo cuando habia los conciertos subtes en Chimbote, con los lemmings y guerrilla urbana que eran lo maximo carajo, y es cierto los lemmings hicieron toda una revolucionm porq nadie mas le habia dado cabida a las bandas subtes, contra viento y marea organizaban los conciertos en las casas, apoyaban a las bandas recientes , hasta mi banda toco una ves, hasta habían unas bandas bien extrañas, p habia absoluta libertad, eso si nada de banadas comerciales sino victor lemmingas te mandaba a la mierda, Recuerdo los pogos bien violentos con el gordo pogo qahora toca en Mandragora, despues ya hicieron las asociaciones porq se genero toda una oleada de bandas y tambien mas gente y empezaron a venir bandas de trujillo incinerate arsix, etc y de lima tambien , aquellos tiempos csm, tantas anecdotas, sino fuera por esos conciertos que organizaron nunca hubieran habido las bandas subtes que hasta ahora hay en chimbote, porque antes de eso eran puras bandas comerciales, no habia donde escuchar bandas subtes o de buen rock, algun dia dia volveran esos conciertos ? pero la cosa es que esos tiempos quedaran en la historia de nuevo chimbote y chimbote
ResponderBorrarbuena reseña ,felicitaciones ali presente y ray ,eran los 80tas y taxi mataba gente con buena musica con daniel al bajo y voz.
ResponderBorrarsaludos