Por Luis Antonio Vásquez Coronel
Flash
que arranca con poderosa luz los frescos de una vida
Oquedada
por la ceguedad arrolladora que hace imposible el vernos
Tal cual,
nosotros mismos sin embauques, sin ambigüedad.
Ornamentábamos
a los demás para consolarnos con un pálido reflejo de lo que éramos
Garabateamos
desde siempre otros rostros, otros cuerpos tras del nuestro,
Revelados,
entonces, fuimos desde un rollo en el que nos era brindada la verdad,
A
contraluz, anteponiéndose el negativo, nos cuajó con intensidad el disparo violento,
Fuimos
paridos, desmentidos, cual hijos de la
luz logrados de la oscuridad,
Ínfimos
nos develamos cuando el lente adquirió
memoria en la actualidad,
Así
realmente nacimos, cuando al fin pudimos observar con nuestros propios ojos,
que de
nuestros recuerdos no nos podíamos desovillar.
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